El icono milagroso de la Madre de Dios de Kazán tiene la mirada triste de las vírgenes rusas que abrazan tiernamente al Niño Jesús. Anteriormente cubierto con un oklad (una concha de oro o plata) y decorado con piedras preciosas, tenía la reputación de devolver la vista a los ciegos, quienes agradecidos le ofrecían esmeraldas totalmente puras.
Conocemos su historia desde el gran incendio que destruyó parte de la ciudad de Kazán en 1579. El icono fue descubierto ese año bajo los escombros de una casa incendiada por una niña de diez años, a quien la Virgen se apareció varias veces y a quien ordenó buscar en ese lugar. Luego Ella será venerada como la “Libertadora de Rusia”, estandarte de las victorias contra los suecos o contra Napoleón.
El último acto político del zar Nicolás II, en 1918, fue dedicarle su imperio.
Tomado de Magazine AFALE, núm. 293, septiembre de 2004.