26 de diciembre – Jerusalén: María llora a san Esteban – Iglesia Bizantina: Sinaxis de la Madre de Dios

Cuando Sartre, el ateo, describe a María en el pesebre (II)

CC0/wikimedia
CC0/wikimedia

En 1940, en Alemania, en un campo de prisioneros franceses. Los sacerdotes prisioneros pidieron a Jean-Paul Sartre*, prisionero también durante varios meses, que escribiera una breve meditación para Nochebuena. Sartre, el ateo, acepta y ofrece a sus compañeros estas magníficas líneas. ¿Cómo dudar de que la gracia, en ese momento, lo asistió, aunque el filósofo lo niegue?

“Ninguna mujer ha tenido a su Dios para ella sola de esta manera. Un Dios muy pequeño que podemos tomar en brazos y cubrir de besos; un Dios muy cálido que sonríe y respira; un Dios que podemos tocar y que vive. En ese momento, si fuera pintor, pintaría a María y trataría de llenar el aire con la tierna audacia y timidez con que ella desliza su dedo para tocar la suave piel de este Niño Dios, cuyo cálido peso siente en su regazo y quien le sonríe. Esto, en cuanto a Jesús y la Virgen María.

¿Y José? A José yo no lo pintaría. Solo mostraría una sombra al fondo del pesebre y con los ojos brillantes, porque no sé qué decir de José. Y José no sabe qué decir de sí mismo. Él adora y está feliz de adorar. Se siente un poco apartado. Creo que sufre sin admitirlo. Sufre porque ve cuánto se parece a Dios la mujer que ama. Cuánto Ella está del lado de Dios. Porque Dios entró en la intimidad de esta familia. José y María están separados para siempre por este fuego de claridad y me imagino que toda la vida de José consistirá en aprender a aceptar. José no sabe qué decir de sí mismo: adora y se alegra de adorar”.

Como prueba de que el texto inquieta a los partidarios de Sartre, su compañera Simone de Beauvoir intentará refutar el origen del mismo. Pero Sartre confirmará ser el autor, en 1962, con la nota siguiente: “Si abordé el tema de la mitología del cristianismo, eso no significa que la dirección de mi pensamiento haya cambiado, ni siquiera por un momento durante el cautiverio. Se trataba simplemente de encontrar, de acuerdo con los sacerdotes prisioneros, un tema que pudiera suscitar, en esta noche de Navidad, la unión más amplia entre cristianos e infieles”.

Equipo de Marie de Nazareth: extracto de «Bariona ou le Fils du tonnerre» (Barioná, el hijo del trueno). El texto completo aparece en la obra Les Écrits de Sartre (“Los escritos de Sartre”) de M. Contat et M. Rybalka, NRF 1970.

*Jean Paul Sartre (1905-1980) escritor y filósofo francés.

Suscribirse es fácil (y también darse de baja).
No lo dudes: suscríbete hoy. ¡Es gratuito!