Estamos entrando en el Tiempo de Adviento. Disponemos de cuatro domingos para prepararnos a acoger al Mesías, el Salvador, el Redentor de la humanidad. Durante estos días, estamos llamados a despejar el espacio para darle todo su lugar al Señor Jesús.
Ciertamente, este Tiempo de Adviento será también un tiempo de preparación material para esta gran celebración navideña, pero eso no excluye la preparación interior. ¡Hay que encontrar un equilibrio! Quién mejor que una mujer, una madre, para ayudarnos, para enseñarnos a vivir bien este Tiempo de Adviento.
Por eso caminaremos con la Virgen María. Ella acogió la Palabra de Dios y la dejó crecer esa Palabra en su interior. María dio la Palabra al mundo. Así que miremos y preparémonos con María, que Ella misma fue preparada para esta hermosa y grande misión que ha transformado de manera única la historia de la humanidad.
Como dice san Juan Pablo II: «Camina con María. Camina con María. Que el eco de su fiat resuene en tu corazón». Esto es lo que les deseo para este Tiempo de Adviento.
Padre Pierre Le Bourgeois, expárroco de Nantua (Francia).