27 de agosto – Santa Mónica, madre de san Agustín († 387) – Francia, Quézac: Nuestra Señora de Quézac

“Libramos una lucha cuyo triunfo está asegurado”

Shutterstock/HTWE
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En 1988, cuando el Muro de Berlín aún estaba en pie y el comunismo ateo todavía parecía tener las riendas del poder en el Imperio Soviético, Mons. Hnilica*, refiriéndose a la resistencia nacida en Polonia, decía:

«¿Podemos ganar realmente? ¡Por supuesto! Estamos 100% seguros de que venceremos, porque la Madre de Dios lo dijo en nombre de Dios: ¡Dios lo quiere! Estamos librando una lucha cuyo resultado final está asegurado. Dios no puede perder, por tanto, la Madre de Dios no puede perder.

Ya somos vencedores. Cuando los soldados saben que sus generales están seguros de la victoria, van a la batalla con alegría y entusiasmo. Tenemos esta garantía: somos los ganadores. Solo perderemos si nos separamos de Dios, de Cristo

Mons. Hlinica: extracto de Fatima, la Russie et Jean Paul II (“Fátima, Rusia y Juan Pablo II”), Timothy Tindal-Robertson, Téqui, París, 1993, pág. 131.

*Pavol María Hnilica (1921- 2006) fue un sacerdote jesuita checo. Fue consagrado obispo en Checoslovaquia en la clandestinidad, antes de tener que exilarse a Italia, donde recibió la sede titular de Rusado, en Argelia.

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