Cuando yo era un joven teólogo, antes e incluso durante las sesiones del Concilio, como sucedió y seguirá sucediendo hoy a muchos, albergaba algunas reservas sobre ciertas fórmulas antiguas, como, por ejemplo, el famoso “De Maria nunquam satis” (“Sobre María, nunca podremos decir lo suficiente”). Me parecía algo exagerado.
También tenía dificultad para comprender el verdadero significado de otra expresión célebre (repetida en la Iglesia desde los primeros siglos, cuando —después de un memorable debate— el Concilio de Éfeso del año 431 proclamó a María Theotokos, Madre de Dios), es decir, la expresión que nos dice que María es “victoriosa ante todas las herejías”.
Solo hoy —en este período de confusión en el que todo tipo de desviaciones heréticas parecen llamar a la puerta de la fe auténtica—comprendo que no se trataba de una exageración de los devotos, sino de verdades más válidas que nunca.
Card. Ratzinger (papa Benedicto XVI), citado por Vittorio Messori, en Entretiens sur la Foi (“Conversaciones sobre la fe”), Fayard, 1985.
Enciclopedia Mariana