14 de agosto – San Maximiliano Kolbe, mártir († 1941 en Auschwitz) – Suiza, Locarno: Madonna del Sasso (1480)

Elías Baier, seminarista: "La Virgen María me salvó de una vida virtual"

© Shutterstock/Tong_stocker
© Shutterstock/Tong_stocker

Elías es el mayor de cuatro hermanos. Nació el 25 de abril de 2001 en Friedberg, Alemania, pero vivió toda su vida en Mering, Baviera. Sus padres crecieron en familias muy católicas y es a ellos a quienes les debe su fe.

Cuando Elías ingresó a la secundaria, su vida dio un giro para mal: "Mis calificaciones comenzaron a bajar y dejé de estudiar en casa, pues pasaba el tiempo frente a la computadora. Esto me impedía tener una buena interacción con los demás, hasta que, a los 16 años, me sentí solo, refugiándome cada vez más en el mundo virtual", admite con toda franqueza.

Los scouts lo salvaron de esta peligrosa pendiente. Un viaje de dos semanas a Roma fue el salvavidas que Elías necesitaba en ese momento. Fue allí donde él y sus amigos scouts se consagraron a la Virgen en la iglesia de Santa María la Mayor, la iglesia madre de todas las iglesias marianas.

"En esta consagración, todos prometimos rezar al menos un misterio del Rosario al día. Tenía muchas ganas de mantener este compromiso, pero lamentablemente, apenas una semana después de finalizar el campamento, lo había dejado. Quiero animar, especialmente a los jóvenes, a que lo intenten de todos modos, porque mi historia no termina aquí".

La Virgen tomó muy en serio la consagración de Elías y comenzó a transformar su vida. En los meses siguientes, se hizo de un gran grupo de amigos y en ese momento era crucial para él tener amigos católicos. “Estoy seguro de que sin ellos hoy no estaría en el seminario”, comenta.

Este cambio es impresionante porque la Virgen y el Rosario le permitieron abandonar los videojuegos en favor del parkour, un deporte que consiste en superar obstáculos lo más rápido posible, generalmente en la ciudad. También le ayudó interesarse por la fotografía y volver a la lectura.

En 2019 terminó la secundaria y todavía no sabía muy bien qué hacer con su vida. Decide tomarse un año libre para explorar el mundo. (...) Durante ese año, también trabajó como hojalatero en Uruguay, en una misión de la comunidad de la que ahora forma parte: la Obra de Jesús Sumo Sacerdote. Fueron las mejores semanas de su vida: inmediatamente se sintió como en casa.

"Hice buena amistad con algunos jóvenes. Me impresionó su ejemplo de auténtica vida cristiana, la alegría que contagiaban, su sencillez, su fidelidad a la Misa diaria. Pasé mucho tiempo en oración y, después de las primeras semanas, Dios me mostró mi vocación al sacerdocio. Todos los obstáculos a este desaparecieron y quedó el deseo de vivir solo para Dios y para que todos pudieran ir al Cielo".

De regreso a casa, unos meses después, durante un retiro, decidió hacer un año de discernimiento en la comunidad de la Obra de Jesús Soberano Sacerdote porque, además, con su familia siempre acudía a las reuniones familiares organizadas por esta comunidad. “Al conocerla mejor en Uruguay, me gustó mucho la forma de hacer la misión, el espíritu de familia y la espiritualidad del amor íntimo a María y a la Eucaristía”.

Adaptado de www.exaudi.org

 

 

Suscribirse es fácil (y también darse de baja).
No lo dudes: suscríbete hoy. ¡Es gratuito!