8 de abril – Italia: Nuestra Señora de Basella (1356)

Los consejos del pintor Matisse para representar a María

© Shutterstock/EQRoy
© Shutterstock/EQRoy

Hace 75 años comenzaron las obras de la capilla de Nuestra Señora del Rosario en Vence, en las montañas cercanas a Niza (Francia). La capilla nació a petición de una hermana dominica, la hermana Jacques-Marie, que había cuidado a Matisse cuando era enfermera laica durante la Segunda Guerra Mundial. Tuvo la idea de encargarle a este gran pintor de imágenes sagradas que diseñara y decorara la capilla de la comunidad en la que acabó ingresando unos años después. Matisse aceptó y la hermana Jacques-Marie llamó a dos hermanos dominicos (los padres Couturier y Rayssiguier), apasionados del arte contemporáneo, para discutir el proyecto con el pintor.

Me gustaría detenerme aquí en un pequeño intercambio epistolar entre Matisse y los dominicos durante la construcción de la capilla. Este intercambio me parece un ejemplo de los riesgos que también podemos correr hoy. A la hora de representar a la Virgen María en una de las paredes de la capilla, los dominicos sugirieron a Matisse representarla como “una azafata de Air France”, para darle las características de una mujer moderna.

La intención es loable, pero la reacción de Matisse no se hizo esperar... y fue claramente negativa. Recordando que la representación de la Virgen y el Niño debe hacerse respetando los cánones de la iconografía tradicional, el pintor incluso sermoneó a los predicadores diciéndoles que acabarían “perdiendo gente”.

Más allá del ámbito artístico, Matisse señala claramente un elemento al que cualquier persona comprometida con su fe y la Iglesia, formado en el campo de la teología, debe prestar atención: no “perder gente”. Respeten la fe de los demás, especialmente la de los más jóvenes. No olvidemos que la práctica y la vida espiritual consisten, en ocasiones, en representaciones gráficas o intelectuales que apelan a la religiosidad más popular.

Jacques-Benoît Rauscher, 24 de enero 2024

www.cath.ch

Suscribirse es fácil (y también darse de baja).
No lo dudes: suscríbete hoy. ¡Es gratuito!