Del 2 de abril de 1968 al 12 de septiembre de 1970, la Virgen María se apareció cientos de veces en Zeitun, un suburbio de El Cairo, la capital de Egipto. Todas estas apariciones tuvieron lugar entre las 9:00 p. m. y las 6:00 a. m., sobre el tejado de la iglesia copta ortodoxa de Santa María. Estos cientos de apariciones, bien documentadas, fueron reconocidas por las autoridades coptas, católicas y musulmanas.
Cirilo VI, patriarca de la Iglesia Copta Ortodoxa, papa de Alejandría y Patriarca de toda África y de la Sede de San Marcos, creó una comisión compuesta por obispos y sacerdotes encargados de investigar el fenómeno. La comisión escribió en su informe: “Deseosos de ver la aparición con nuestros propios ojos, pasamos varias noches en las proximidades de la iglesia. Finalmente vimos la parte superior de la Santísima Virgen rodeada por una aureola. Luego apareció en su totalidad y se movió entre las cúpulas. Luego se arrodilló ante la cruz y finalmente bendijo a la multitud”.
Mons. Athanasios, obispo de la diócesis de Beni Sueif, después de pasar la noche del 29 al 30 de abril de 1968 en el lugar, escribió: «A las 2:45 horas, se apareció la Santísima Virgen y toda la multitud pudo verla. Apareció como una estatua fosforescente de cuerpo completo. Al poco tiempo, desapareció y reapareció a las 4:00 y fue visible hasta las 5:00. Mientras tanto, la Virgen avanzaba hacia Occidente, a veces extendiendo la mano en gesto de bendición y otras inclinando la cabeza. Una aureola de luz rodeaba su cabeza. También se vieron algunas formas luminosas, ligeramente azuladas, parecidas a estrellas. La escena era conmovedora y magnífica».
Los miembros de la comisión de investigación instituida por Cirilo VI autentificaron los testimonios recogidos con gran facilidad, pues ellos mismos habían contemplado la aparición, al igual que todos los presentes.
Después de estudiar los informes y testimonios, Cirilo VI declaró: «Estas apariciones trajeron dos grandes gracias: la primera, el fortalecimiento de la fe; la segunda, la curación milagrosa de casos de enfermedades desesperadas e incurables». Luego reconoció oficialmente las apariciones el 5 de mayo de 1968 y ofreció una acción de gracias al Señor por este milagro. El papa Pablo VI apoyó la posición de la Iglesia Copta Ortodoxa a favor de la autenticidad de las apariciones.
Fabrice-Marie Gagnant, miembro del equipo apologético de María de Nazareth