16 de septiembre – San Roberto Belarmino, doctor de la Iglesia († 1621)

«Deseo hacer de América entera mi santuario»

Unsplash/Gianna Bonello
Unsplash/Gianna Bonello

En 1938, en Estados Unidos, en la diócesis de Cincinnati, una joven religiosa apodada "Blanche Colombe" (blanca paloma) tuvo varias experiencias místicas. En 1954 recibió locuciones de Nuestra Señora de América. El 15 de noviembre de 1956, la Virgen María le pidió que dibujara lo que había visto para hacer una estatua para el Santuario de la Inmaculada Concepción en Washington.

Luego, la religiosa anota esta oración: «Por tu feliz e Inmaculada Concepción, María, líbranos del demonio».

El 25 de noviembre de 1956, "Blanche Colombe" vio a la Virgen vestida como Nuestra Señora de Lourdes, quien le prometió "mayores milagros" que los de Lourdes o Fátima si los americanos la obedecían. Al día siguiente: «Yo soy Nuestra Señora de América. Quiero que mis hijos me honren sobre todo por la pureza de sus vidas».

El 27 de septiembre siguiente, la Virgen se le apareció con un globo terrestre en las manos: “Miren las lágrimas de su Madre, hijos míos, ¿debo llorar en vano? Vengo a ustedes, hijos de América, como último recurso. Yo soy la Inmaculada, patrona de su país. Séanme fieles como yo he sido su Madre fiel. Deseo hacer de toda América mi santuario, haciendo cada corazón accesible al amor de mi Hijo».

El 22 de julio de 1957, nuevo mensaje: «Mi Inmaculado Corazón es el canal a través del cual se dan a los hombres las gracias del Sagrado Corazón». En mayo de 1958, “Blanche Colombe» entró en una comunidad de clausura de su instituto, donde afirmó haber tenido visiones de Cristo y de los ángeles.

En 1963, Mons. P. Leibold, arzobispo de la diócesis que había seguido personalmente a la vidente desde 1940, concedió su imprimatur a la edición de los mensajes, según El Imparcial, n. 124, 1er trimestre de 1990, 5.

Adaptado de: www.versdemain.org 

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