Nacida en Rouen (Francia) en 1891 y fallecida de tuberculosis en 1933, en la comunidad de la Pia-Union, Marcela Lanchon (nombre de religiosa: hermana Marie-France) tuvo varias apariciones de Jesús y María durante la Primera Guerra Mundial.
El 8 de septiembre de 1914, en la Festividad de la Natividad de María, Marcela Lanchon rezaba en la capilla de Nuestra Señora de la Armada en Versailles cuando se le apareció la Virgen acompañada de san Miguel y de santa Teresa, y le comunicó el siguiente mensaje:
«Si en unión con mi divino Hijo amo a todas las naciones que Él ha redimido con su Sangre, mira cómo aprecio especialmente a tu querida patria. Mi Hijo desea que se hagan imágenes y estatuas que me representen así, y que me invoquen bajo el título de Reina de Francia. Si responde a este nuevo deseo de su divino Corazón, Francia volverá a ser mía muy especialmente. La tomaré para siempre bajo mi protección materna y mi Hijo se complacerá en derramar sobre ella abundantes bendiciones».
La Madre de Dios se apareció por segunda vez a Marcela, vestida con un manto decorado con lirios, ribeteado de armiño blanco y con los pies apoyados sobre un globo terrestre donde a la izquierda se veía escrita la palabra "Francia". Luego, abrió su abrigo, revelando un cinturón azul y una estola tricolor.
Fuente: www.prophetiepournotretemps.com
*No ha habido ninguna investigación oficial sobre las apariciones a Marcela Lanchon. Por otro lado, Mons. Roland-Gosselin, obispo de Versalles desde 1931, autorizó y aprobó la Pía Unión de Adoradoras del Sagrado Corazón de Jesús de la que Marcela fue una de las primeras integrantes. El obispo también permitió la impresión de la imagen de María, Reina de Francia, y aprobó la oración revelada durante las apariciones.