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«Ahora sé cuánto puedo confiar en la Virgen María»

iStock/Getty Images Plus/Silvia Zecchin
iStock/Getty Images Plus/Silvia Zecchin

Era una hermosa mañana de otoño y el almuerzo familiar se había retrasado mucho. Salí del restaurante con mi hija mayor para tomar un poco de aire. En la plaza del pueblo había una magnífica iglesia neoclásica y decidí llevar a mi hija allí para orar y encender unas velas. En mi corazón le pedí a la Virgen María que tomara a mi familia bajo su protección.

En los veranos, muchas veces le encargaba mis hijas a mis suegros para que pudieran disfrutar de una corta estadía con su abuela.

De vuelta en París, esa misma noche, mi suegra llamó a mi esposa para decirle que había ocurrido un grave accidente: mi hija Claire había sido llevada al hospital en helicóptero, tras haberse caído de una pasarela desde una altura de 5 o 6 metros. Me quedé muy impactado, porque sé que una caída desde esa altura tiene graves consecuencias. Sin duda quedaría minusválida de por vida... Incluso me dije a mí mismo que tal vez la había perdido.

El médico pidió hablar conmigo, ¡estaba aterrorizado! Me dijo que al final Victoria no había resultado herida, que no tenía magulladuras. Nada, ¡absolutamente nada! ¡Ni siquiera un rasguño! ¡Qué milagro!

Estando en shock por todas estas noticias, no podía creerlo… María protegió a mi hija tal como se lo había pedido. Cuidó a Claire y respondió a mi oración y a la de su hermana mayor. Puso mi vida patas arriba. Ahora sé cuánto puedo confiar en la Virgen María. No te estoy pidiendo que lo creas. Es la verdad. La pura verdad.

¡María, mediadora de todas las gracias, cuida de nosotros!

Testimonio de F. B. París, 2023

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