12 de noviembre – San Josafat († 1623) – Rusia: Santo Icono Milagroso

Cómo la Madre del Cielo se convirtió en Nuestra Señora de Mongolia

CC BY-SA 3.0/Torbenbrinker
CC BY-SA 3.0/Torbenbrinker

En una yurta junto a la catedral de los Santos Pedro y Pablo, en Ulán Bator, el papa Francisco se encontró brevemente, el 2 de septiembre de 2023, durante su visita a Mongolia, con Tsetsege, la mujer que encontró una estatua de la Virgen “Madre del Cielo” en un basurero.

Tsetsege, madre de once hijos, encontró una pequeña estatua de madera bellamente tallada en un bote de basura hace unos diez años. La estatuilla representaba ante sus ojos simplemente a “una hermosa señora”. Como no era cristiana, no sabía que se trataba de la Virgen Inmaculada. De regreso a casa, le contó a su familia que “la hermosa señora” quería venir a vivir a su tienda.

Después de descubrir lo que representaba la estatua, Tsetsege la entregó a la comunidad católica, que luego la expuso en una parroquia local. Esta es la historia que Tsetsege le contó personalmente al Papa.

Después de su instalación en la parroquia, se le informó al Card. Giorgio Marengo, prefecto apostólico de Ulán Bator, cuál había sido el itinerario seguido por la estatua de la Virgen María. “Pensé inmediatamente que la Virgen María quería decirnos algo a través de este descubrimiento”, declaró el prefecto apostólico, quien añadió que no podía explicar “cómo esta estatua terminó en el vertedero ya que, especialmente en esta parte del país, hay muy pocos católicos. Más bien pensé que el Señor, a través de su Santísima Madre, se hace presente en las situaciones más extremas para decirnos cuán cerca está de cada uno de nosotros”.
El Card. Giorgio Marengo ve en ello también un signo de que la Virgen está "siempre dispuesta a encontrarnos, incluso en los lugares de desesperación, de rechazo, de dolor, de abandono". El 8 de diciembre de 2022, la estatua de la Virgen María fue entronizada en la catedral de Ulán Bator y cubierta con un manto hecho de pequeños trozos de tela enviados por fieles y misioneros mongoles. En esta ocasión, el Card. Marengo consagró toda Mongolia a María. Y la “Madre del Cielo” se convirtió en Nuestra Señora de Mongolia, icono de esta joven Iglesia

Adaptado de: Amedeo Lomonaco - Ciudad del Vaticano

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