Esto es lo que dijo el papa Benedicto XVI sobre la contribución del beato Juan Duns Escoto al dogma de la Inmaculada Concepción*:
«En los tiempos de Duns Escoto (1265-1308), la mayoría de los teólogos oponía una objeción, que parecía insuperable, a la doctrina según la cual María Santísima estuvo exenta del pecado original desde el primer instante de su concepción: de hecho, la universalidad de la redención que realiza Cristo, a primera vista, podía parecer comprometida por una afirmación semejante, como si María no hubiera necesitado a Cristo y su redención. Por esto, los teólogos se oponían a esta tesis.
Duns Escoto, para que se comprendiera esta preservación del pecado original, desarrolló un argumento que más tarde adoptará también el beato papa Pío IX, en 1854, cuando definió solemnemente el dogma de la Inmaculada Concepción de María.
Y este argumento es el de la “redención preventiva”, según el cual la Inmaculada Concepción representa la obra maestra de la Redención realizada por Cristo, porque precisamente el poder de su amor y de su mediación obtuvo que su Madre fuera preservada del pecado original. Por tanto, María es totalmente redimida por Cristo, pero ya antes de su concepción. Los franciscanos, sus hermanos, acogieron y difundieron con entusiasmo esta doctrina y otros teólogos —a menudo a través de un juramento solemne— se comprometieron a defenderla y perfeccionarla».
Enciclopedia Mariana
*Benedicto XVI: Audiencia General del miércoles 7 de julio de 2010.