Una joven madre de 27 años, Anaïs Janssens, originaria de Var, Francia, presente con motivo de la peregrinación del Rosario en Lourdes, no puede ocultar su emoción tras el llamado del papa Francisco pidiendo a los fieles de todo el mundo que recen el Rosario todos los días por las víctimas de la pederastia.
Discretamente, sin querer extenderse demasiado sobre el tema, Anaïs confiesa que se siente preocupada. «En nuestra familia cargamos muchas cosas en relación con esto, se contenta con precisar. Nuestra abuela se crio en una familia católica donde no se decía nada».
Para su próximo Rosario, la joven planeó llevar sus oraciones a las víctimas: que encuentren la fuerza para hablar de ello. “Las víctimas de delitos de pederastia no deben culpar a Dios”, insiste Anaïs. «Si la ira es natural, nadie puede encontrar paz en un camino de odio. El perdón es una gracia que las víctimas deben buscar».
Cercana a la familia dominica, la joven acompaña a su madre en la peregrinación del Rosario desde los 6 años. «Mi mamá se enfermó el año en que yo tenía 9 años, la declararon seropositiva, explica. Los médicos habían predicho que se iría cuando yo cumpliera 15 años. Ahora tengo 27 años y ella sigue viva».
De ahí su fe enraizada en el cuerpo y los Rosarios que reza todos los días, “el tiempo que toma para ir a recoger a los niños”. Anaïs reza por la curación de su madre, la conversión de su marido y, más en general, por todas las desgracias del mundo...