La Virgen María es maestra de discernimiento: habla poco, escucha mucho y guarda todo en su corazón (cf. Lc 2,19). Las tres actitudes de la Virgen son: hablar poco, escuchar mucho y guardar todo en el corazón. Y las pocas veces que habla, deja huella. Por ejemplo, en el evangelio de Juan, hay una frase muy breve pronunciada por María que es una consigna para los cristianos de todos los tiempos: «Hagan lo que Él les diga» (cf. 2,5).
Es curioso: una vez oí a una anciana muy buena, muy piadosa; no había estudiado teología, nada. Era muy sencilla. Y me dijo: “¿Sabe el gesto que hace siempre la Virgen?”. No sé: te mima, te llama... “No, el gesto que hace la Virgen es éste” [señala con el índice]. No entendí y le pregunté: “¿Qué significa?”. Y la anciana me contestó: “Siempre señala a Jesús”. Qué bonito: la Virgen no toma nada para sí, señala a Jesús.
Hagan lo que Jesús les diga: así es la Virgen. María sabe que el Señor habla al corazón de cada uno, y nos pide que traduzcamos esta palabra en acciones y opciones. Ella supo hacerlo mejor que nadie, y de hecho está presente en los momentos fundamentales de la vida de Jesús, especialmente en la hora suprema de su muerte de cruz.
Papa Francisco: audiencia general del 4 de enero de 2023.