Algunos autores protestantes de Eslovaquia expresan su tristeza por no poder rezar a la Virgen, pues su confesión se lo prohíbe. Es esta nostalgia la que expresa un poema de María Razusova Martakova, que traduce su repetido dolor por no poder contar más con María en su peregrinación terrena:
Esta certeza vive en mi corazón,
y Dios sabe cuán viejo es mi deseo,
de quemar tomillo a tus pies,
para decirte: ¡llévame, llena de gracia!
Para mí eres, como las estrellas, inaccesible.
Este deseo es solo un sueño y no se hará realidad,
a Dios debo ir por el camino del sufrimiento solitario,
por un camino estrecho, sembrado de espinas.
Enciclopedia María, tomo IV, Beauchesne 1956, pág. 771.