24 de julio – Italia: Roma, Nuestra Señora del Sagrado Corazón – San Charbel

«Prueba, sin embargo, el agua de la Santa Virgen»

iStock/Getty Images Plus/Happy Travel Viajes.
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A la edad de 5 años, debido a circunstancias familiares difíciles, fui encomendada al cuidado amoroso de Sor Magdalena, amiga de la familia. Yo estaba internada con las monjas de la Asunción. A mitad de semana, la hermana Madeleine me llevó a casa en el tren de París a Chatou, (en la región Île-de-France)  porque tenía dolor de cabeza, especialmente en el cuello, y cojeaba.

Mi madre se apresuró a la puerta para recibirnos y pude notar su mirada angustiada dirigida a la hermana Madeleine. El resto me lo ha contado muchas veces mi madre, mientras lo que siguió se pierde en un oscuro agujero para mí. El médico, llamado de urgencia, me ausculta y me practica una punción lumbar para afinar su diagnóstico y pide que se lleve la muestra rápido al Instituto Pasteur para su análisis. No tenemos coche. Mi hermano Pierre, de 15 años, se sube al tren, luego al metro, llevando la valiosa muestra en el bolsillo.

El diagnóstico llega: tengo poliomielitis. La parálisis de mi pierna podría llegar a los músculos respiratorios… Amenaza mortal. Mamá, desesperada, intenta hacerme tomar varias bebidas, las cuales rechazo una tras otra. No tenemos teléfono, pero la noticia corre acompañada de un llamado a la oración respondido por religiosos y religiosas de establecimientos frecuentados por mis hermanos y hermanas, pero también por amigos. Una de ellas, Madame R., viene a nuestra casa: "Tengo agua de Lourdes, te la traigo para Marie-Cécile". "Ella no quiere beber nada", responde mi madre. “Que pruebe, sin embargo, el agua de la Santísima Virgen”, insiste su amiga.

Mamá, asombrada, me ve tomar de un trago el agua que me entrega. Al día siguiente, el médico notó el descenso de la parálisis y me declaró fuera de peligro, sin comentar las secuelas habituales en ese momento. No hubo ninguna. Viví mi recuperación como un regreso a la vida: toda mi vida he podido caminar, bailar, nadar, esquiar.

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