Nahed Mahmoud Metwalli proviene de una influyente familia musulmana, ferozmente hostil al cristianismo y a los cristianos. Subdirectora del principal establecimiento educativo para niñas en El Cairo (4000 estudiantes), en el distrito de Zeitoun —no lejos de la basílica construida después de las apariciones marianas de 1968-69—, ella misma mostraba una actitud particularmente hostil y severa hacia las jóvenes cristianas —alumnas y algunos miembros del personal— de su escuela secundaria.
"Pensé que era mi deber hacerlo", confió más tarde en sus diversos testimonios. Pero eso sin contar con el poder lleno de amor de estas cristianas, incluida una en particular, su nueva secretaria, que había logrado forjar con ella ciertos lazos de amistad. Es además en su presencia, cuando se burla de la imagen de María que lleva al cuello, que Nahed ve aparecer ante sí a la Santísima Virgen, vestida de azul y con un velo. Siguió la visión, otro día, durante una noche de dudas e insomnio, del mismo Cristo que le decía: «Quédate tranquila, tendrás una misión que te será revelada a su debido tiempo».
Todo esto sin haber leído nunca el Evangelio y sin ni siquiera saber quién era ese hombre que le hablaba y que se parecía mucho a Cristo, tal como lo describe un pasaje del Apocalipsis de san Juan (4, 4). «El que todos los ancianos estaban esperando finalmente llegó y se dirigió al Trono, mientras todos le mostraban un respeto extraordinario”, relata Nahed, quien luego dice haber sentido la absoluta necesidad de seguir a Aquel que se dirigía al Trono. Ahora sentado en el Trono, ese “hombre” le pregunta tres veces: «Entonces, Nahed, ¿se acabó? ¿Se acabó? ¿Estás segura?». Parecido a la pregunta que escuchó Pablo: «¿Por qué me persigues?». Y Nahed, molesta, responde tres veces: «¡Sí, se acabó!».
A los pocos días sabrá que ese "hombre" que nunca había visto era Cristo, reconociéndolo en una foto de la Sábana Santa de Turín: "Es él, pero mucho más hermoso", dice al ver el retrato.
Su conversión al cristianismo ya está en marcha, sellada por su bautismo en 1988. Desde entonces, la experseguidora se convierte en perseguida en su país. Escapó de varios intentos de secuestro y terminó refugiándose en Europa con un nombre falso y dedicándose a la evangelización.
Adaptado de : Aleteia