En 1949, cuando se proclamó en Pekín la República Popular China, los católicos superaban lostres millones, de una población total de 550 millones. Hoy siguen siendo una pequeña minoría,pero son numerosos en ciertas provincias y, a veces, mayoría en ciertos pueblos. La IglesiaCatólica está organizada allí en 112 diócesis (29 obispos son chinos y 83 son misioneros deEuropa o América del Norte). Cuenta con 5780 sacerdotes (chinos o extranjeros), 7463 religiosas(chinas o extranjeras) y alrededor de 1000 religiosos.
En China, la Iglesia también tiene una influencia social que va mucho más allá de la comunidadcatólica. Dirige tres universidades, 2200 escuelas y colegios, más de 1000 hospitales y clínicas, yunos 270 orfanatos.
Noticia particularmente alentadora: en mayo de 2023, los católicos en China reabrieron lossantuarios marianos después de tres años de cierre vinculado oficialmente a la pandemia decovid-19.
Varias diócesis en China, en particular las de Beijing y Shanghai, han puesto a disposición de susfieles programas para participar en varias misas y otros momentos de oración. Dos santuariosmarianos se habían preparado para recibir a los peregrinos chinos: el santuario mariano deHousangyu, en las afueras de Pekín, y el santuario de She Shan, en Shanghái. Este último atraedevotos desde el siglo XIX: está dedicado a María Auxiliadora, venerada el 24 de mayo.
A pesar de estas reaperturas y de una tendencia a la baja en las persecuciones, estas aún estánpresentes en China. El objetivo es forzar a los fieles a unirse a las iglesias patrióticas*, aún bajo elcontrol del Partido Comunista Chino.