13 de enero – El Concilio de Trento declara que María está exenta de todo pecado por una gracia especial

En María, Dios "habita la Tierra y le imprime su impronta"

© Khoa.Nguyen93, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons.
© Khoa.Nguyen93, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons.

Miguel Psellos (1018-1078 o 79) es un sacerdote bizantino que da una imagen ascética y virginal verdaderamente espléndida de María en su luminoso camino de ascensión a Dios.

"La Virgen fue verdaderamente virgen, verdaderamente mantuvo íntegros los pensamientos de su mente y permaneció en su cuerpo como un sol con gracias inteligibles, iluminándolo y ennobleciéndolo (…).

Única entre todas las almas humanas, esta misma alma semejante a Dios brillaba en su cuerpo inmaculado como un esplendor celestial; y no estaba tan contenida en su cuerpo, sino que era ella quien lo contenía, lo preservaba y le comunicaba su propio brillo.

Su espíritu estaba verdaderamente lleno de Dios, aunque no había divinidad en ella, y su cuerpo estaba tan unido a su espíritu que la Virgen estaba completamente compenetrada con Dios.

Y Dios vivió con su cuerpo; habitó la Tierra e imprimió en ella su huella; pero, si puede así decirse, no estuvo lejos de la Trinidad inaccesible, por encima de los serafines; aun antes de concebir al Verbo hecho carne, vio a Dios y lo concibió, lo dio a luz, lo dio a luz de manera inefable por la contemplación, como le sucedió después sustancialmente”.

<link encyclopedie-mariale les-grands-temoins-marials du-vii-siecle-a-1054 michel-psellos-1018-1080>Michel Psellos: Homilía sobre la Anunciación §4

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