Veamos a María que se incomoda y se pone en marcha

Hermanos y hermanas, pienso en tantos “saltos” de Francia, en una historia rica de santidad, de cultura, de artistas y de pensadores, que apasionaron a tantas generaciones. “También hoy nuestra vida, la vida de la Iglesia, Francia, Europa necesitan esto: la gracia de un nuevo salto de fe, de caridad y de esperanza. Necesitamos recuperar la pasión y el entusiasmo: necesitamos encontrar pasión y entusiasmo, redescubrir el gusto del compromiso por la fraternidad, de seguir corriendo el riesgo del amor en las familias y hacia los más débiles, y de reencontrar en el Evangelio una gracia que transforma y embellece la vida”.

Miremos a María que se incomoda al ponerse en camino y que nos enseña que Dios es precisamente así: nos incomoda, nos pone en movimiento, nos hace “estremecernos”, como le sucedió a Isabel. Y queremos ser cristianos que encuentran a Dios a través de la oración y a nuestros hermanos, a través del amor; cristianos que se estremecen, vibran, acogen el fuego del Espíritu para dejarse quemar por las preguntas de hoy, por los desafíos del Mediterráneo, por el grito del pobres, por las “santas utopías” de fraternidad y de paz que esperan ser realizadas".
Junto a vosotros pido a la Virgen, Nuestra Señora de la Guardia, que vele por vuestra vida, proteja a Francia y a toda Europa, y nos mueva en el Espíritu. Me gustaría hacerlo con palabras de Paul Claudel: “Veo la iglesia abierta. (…) / No tengo nada que ofrecer ni nada que pedir. / Solo vengo, Madre, a mirarte. / Mirarte, llorar de felicidad, sabiendo esto: Que soy tu hijo y que estás aquí. (…) / Estar contigo, María, en este lugar en donde estás (…) / Porque aquí estás para siempre, / Simplemente porque eres María, / Simplemente porque existes, / Madre de Jesucristo, ¡te doy gracias!» (“La Virgen al mediodía”, Poemas de Guerra 1914-1916, París, 1922)».

Papa Francisco. Extracto de la homilía de la Misa en el Velódromo de Marsella, 23 de septiembre de 2023 

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