31 de agosto – Festividad ortodoxa de la Deposición del cinturón de la Virgen en Chalcoprateia

“Tengo la certeza de que María está realmente allí”

CC BY 2.0/gnuckx
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Las apariciones en Medjugorje, en Bosnia Herzegovina… Tenía mis reservas sobre todo lo que se decía, aunque también tenía curiosidad. No tenía una devoción mariana particular. Pero, por una feliz coincidencia, conocí a L., que estaba organizando una peregrinación a “Medj”, ¡y heme aquí de camino a Medj!

En el lugar, nada espectacular que contar. En nuestra primera visita a la Comunidad del Cenáculo, que ayuda a los jóvenes a dejar las drogas duras simplemente con la oración, aparece sor Elvira y me llama la atención dándome dos palmaditas francas en la espalda, las cuales siento como una invitación a no sé qué, a atreverse a confiar más en Dios, quizás.

Al día siguiente, solo unos pocos tenemos la suerte de saber que tendrá lugar una aparición en el Oasis de Paz. En el acto no veo a la Virgen, claro, tampoco puedo decir que sentí algo. Así que oré con tanta confianza como pude. Pero, cuando la vidente Marija nos dijo que Nuestra Señora nos había bendecido a todos y se llevó nuestras intenciones de oración, ¡qué alegría!

Entonces L. me pasa un tríptico ¡bendecido por la Virgen! y empiezo a darme cuenta —un poco— de que es una Señora muy, muy importante la que estuvo allí y muy cerca de nosotros.

"¡Eso no prueba nada!", dirán los escépticos. Pero no tengo intención de probar nada. Comprendí allí que la fe no se puede discutir, es un don misterioso... Mientras tanto, siento en este pueblo una paz casi palpable, yo que estaba conmocionado, durante el viaje en autobús, por las huellas aún visibles de la guerra.

Todos tuvimos la gracia de estar presentes en otra aparición justo antes de salir de Medjugorje. Allí también, nada espectacular en sí mismo... Sin embargo, María trabaja en nosotros suavemente y en profundidad. Sin darme cuenta, tuve la certeza de que María está realmente allí. No puedo discutirlo, no lo he "sentido" físicamente y, sin embargo, ¡ya no puedo dudarlo! Y allí me di cuenta de un hecho aparentemente simple: ¡Dios realmente existe!

 

Testimonio de Ronan en 2004

Adaptado de: www.clubmedj.com

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