Todos conocen al comediante y actor Gad Elmaleh, ¡un judío de origen marroquí con un humor fino y amable! Resulta que el 16 de noviembre de 2022 se estrenará en las salas de cine su segunda película, la cual lleva por título Reste un peu (“Quédate un poco”), una película muy personal, ya que su trama se basa en la propia vida del autor y en su trayecto espiritual. Una película que en muchas escenas se asemeja a una comedia humorística, pero también a una película atrevida y valiente porque Gad Elmaleh no duda en confesar su búsqueda interior y su amor a la Virgen María.
Como comenta el diario La Vie, en su edición del 27 de septiembre de 2022, “llevábamos meses, incluso años, observando al actor con el rabillo del ojo: una aparición en Lourdes aquí, una foto con el cardenal Robert Sarah allá, una visita a Paray-le-Monial, cursos en el Collège des Bernardins, un viaje a Roma para la canonización de Charles de Foucauld... Lo sabemos, lo vemos, el actor popular, nacido en la tradición judía, hace preguntas. Hace ‘el camino’ para decirlo con la jerga católica”.
En la película, lo vemos llegar repentinamente a Francia, a casa de sus padres —quienes interpretan sus propios papeles— después de tres años en los Estados Unidos. ¡Le dan una bienvenida digna del hijo pródigo! Aunque muy feliz de volver a verlos, es por una razón completamente diferente que Gad regresó: ¡su bautismo! Un sacramento del que no se atrevía a hablar a su familia, judíos sefardíes, que lo vivirían como un fracaso, un golpe en su historia y una profunda decepción. Por lo tanto, es con este secreto que regresa a París.
Un secreto que dará lugar a divertidos malentendidos como la escena en la que Gad, quedándose con sus padres, ve por la noche una procesión mariana en su ordenador, acostado en su cama… De pronto, cierra la pantalla al oír a su madre entrar en la habitación. Esta le recuerda que ya es grande y que puede hacer lo que quiera. Pero no tardará en descubrir el verdadero motivo del regreso de su hijo al ordenar sus pertenencias y descubrir, en su maleta, una estatua de la Virgen María.
En realidad, si en la película Gad se prepara para el bautismo, en la vida real la ambigüedad permanece. En una entrevista se le preguntó, “¿Está usted actualmente haciendo un proceso de conversión con miras al bautismo?”. Su respuesta, en tono de broma, fue: “No. (…) estoy esperando a que mis padres ya no estén en este mundo”.
Adaptado de: www.aleteia.org
Y de: www.lavie.fr