Casados desde hace 13 años, somos padres felices de cinco hijos. Pareja mixta, atea-católica, nos unimos respetándonos mutuamente, dándoles a nuestros hijos una vida espiritual muy viva y animada.
¡Pero a los comienzos de la adolescencia comenzaron las dificultades!
Decidimos, entonces, confiar nuestros tropiezos a María Desatanudos, haciendo la novena.
Juntos tuvimos la dicha de vivir la hermosa experiencia de un curso Alpha clásico, que permitió a mi esposo sumarse a la oración vespertina diaria y descubrir que sus hijos oraban fervientemente por su conversión. El Señor nos respondió favorablemente, ya que fue bautizado en Pascua. ¡Damos gracias a Dios!
Nuestra familia está registrada en el Santuario de Alençon como miembro espiritual de la familia Luis y Celia(1). Cada mes recibimos una carta que complementa nuestra oración personal diaria. También es un apoyo saber que en el Santuario están orando por nosotros.
Desde entonces, hemos invitado a dos parejas de nuestra parroquia aunque en realidad las conocemos muy poco. Después de una pequeña adaptación improvisada en nuestro garaje, que sirve como oratorio, damos la bienvenida a las familias una vez al mes para compartir un momento de oración entre los papás, mientras los niños juegan. Luego nos reunimos todos para comer.
Entre cada reunión, oramos en familia diariamente y especialmente por las intenciones dejadas por cada familia. Oramos por nuestros hijos y nuestros hijos oran por nosotros. En comunión, confiamos nuestras intenciones a María, como los niños a sus padres. Y tratamos de vivir nuestra fe en la sociedad de nuestro tiempo, con sus retos y peculiaridades.
Gracias, María Desatanudos, ¡por habernos obtenido tantas gracias!
(1) En homenaje a los santos esposos Luis y Celia Martin, padres de santa Teresa del Niño Jesús, beatificados el 19 de octubre de 2008, en Lisieux (Francia).
Testimonio enviado a la Asociación Marie de Nazareth