Nuestra Señora de Boulogne y el Gran Retorno

La aparición de la Virgen en Boulogne-sur-Mer (norte de Francia) aparece relatada en manuscritos de finales de la Edad Media. La historia es sencilla, aquí presentamos una síntesis.

Sucedió hacia el año 636. Una señora muy hermosa llegó por el mar en un barco, en una plataforma, sin vela, sin cuerda y sin remos. La persona a la que se apareció le preguntó su nombre. Ella respondió que era "la abogada de los pecadores, la fuente de la gracia, la fuente de la piedad". Entonces, la Virgen entregó su mensaje: “Quiero que una luz divina descienda sobre vosotros y sobre vuestra ciudad... Amigos míos, edificad inmediatamente una iglesia en mi nombre”

Hacia 1100, la condesa Ide, de Boulogne, que se convertiría en santa Ide, hizo construir una iglesia románica. A partir de los siglos XII y XIII, los peregrinos acudían en masa a Boulogne, que se convirtió en una escala del camino de Santiago de Compostela. Había una parada en Boulogne, viniendo de Inglaterra u Holanda, o subiendo desde España o Italia.

El siglo XVI es el de las guerras de religión. En Boulogne, los hugonotes son implacables contra la catedral, rompen las vidrieras, queman toda la ebanistería y, sobre todo, intentan romper la estatua para luego quemarla. En vano. Finalmente, la arrojan sobre una pila de estiércol y luego a un pozo. La esposa de un hugonote, muy piadosa, la saca a escondidas del pozo y la esconde en su desván, donde permanecerá durante más de 30 años, antes de regresar a la catedral. La encuentran en muy mal estado, pero la reaparición de los milagros debidos a su intercesión prueba su autenticidad.

En 1630, el obispo Le Bouthillier reconstruyó la catedral; pero en 1789, con la Revolución, las iglesias y los conventos fueron declarados bienes del Estado. Los muebles fueron vendidos o destruidos y la estatua quemada en 1793. La mano derecha, que se había desprendido poco antes, es el único vestigio de la estatua original. A partir de 1820, la catedral será reconstruida.

De 1943 a 1948, cuatro reproducciones de la Virgen de Boulogne, también llamada "Nuestra Señora del Gran Retorno", montadas cada una en un carro, recorrieron 120,000 km por Francia, visitando 16,000 parroquias, provocando una oleada de fe, oraciones y conversiones en su camino.

La imagen de la Virgen llevada en una barca iba acompañada de una oración por la liberación de Francia, la cual adquiere hoy todo su significado.

Adaptado de: Enciclopedia Mariana