En la Iglesia, el sacerdocio está reservado a los hombres, según la voluntad del mismo Cristo que, durante su vida pública, confirmada en los Evangelios, eligió a sus apóstoles entre los hombres, aun cuando ni la misma Virgen María "eligió ser una sacerdotisa".
Así lo repitió a principios de enero de 2022 el patriarca ortodoxo copto Tawadros II, durante una entrevista emitida por un canal de televisión egipcio el viernes 7 de enero, con motivo de la Navidad copta. El patriarca de la mayor comunidad eclesial de los países árabes recordó con sencillez las persistentes razones por las que la Iglesia Católica y todas las Iglesias de Oriente no tienen derecho a ordenar mujeres sacerdotes. En su discurso televisado, el patriarca Tawadros también reiteró que la atribución y el ejercicio de los diferentes roles en la Iglesia no responden a las lógicas y pretensiones de “derechos y deberes” según los modelos del mundo.
En mayo de 2018, el cardenal Luis Francisco Ladaria Ferrer, actual prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, también reafirmó, en un largo y bien argumentado artículo publicado en L'Osservatore Romano, que Cristo mismo quiso conferir el sacramento del orden "a los doce apóstoles, todos hombres, quienes, a su vez, lo comunicaron a otros hombres". Y el cardenal añadió que “la Iglesia siempre ha reconocido que está obligada por esta decisión del Señor, que excluye que el sacerdocio ministerial pueda conferirse con validez a las mujeres”.
En este sentido, el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe también se refirió a la Carta Apostólica Ordinatio Sacerdotalis, publicada el 22 de mayo de 1994 por el papa san Juan Pablo II, que reafirmaba que la Iglesia misma "no tiene en modo alguno la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, y que este dictamen debe ser considerado como definitivo por todos los fieles de la Iglesia” (núm. 4).