La bomba nuclear pulverizó la catedral de Urakami, en Nagasaki, Japón, el 9 de agosto de 1945. Solo la estatua de la Virgen fue encontrada intacta, aunque con el rostro desfigurado, entre los escombros de la catedral completamente destruida. La Virgen bombardeada, símbolo de la terrible tragedia que acabó con casi toda la población de la ciudad, ahora es venerada por una multitud de peregrinos.
En 2010, la imagen de la Virgen desfigurada de Urakami realizó una peregrinación de paz por España y Estados Unidos, pasando por la Plaza de San Pedro donde el papa Juan Pablo II la bendijo. La estatua había llegado a Japón en 1930, en un barco procedente de Italia.
Mons. Takami, obispo de la diócesis de Nagasaki, explicó que había oído hablar de la Virgen de Guernica, en el País Vasco español, bombardeada por aviones alemanes e italianos el 26 de abril de 1937, durante la Guerra Civil española. Mons. Takami vio una relación entre la estatua de la Virgen encontrada bajo los escombros españoles y la hallada en Nagasaki. Quería convertirlas en símbolos de paz. “Deseo que la peregrinación no solo haga que más personas tomen conciencia del sufrimiento causado por la bomba atómica, sino que también se convierta en un llamado a la paz mediante el uso de métodos no violentos”, insistió el obispo Takami.
Fuente: Adaptado de zenit.org