En una carta a los fieles, san Francisco de Asís exalta la elección de humildad que Dios hace para sí mismo y para su Madre, y que él quiere seguir:
«Yo, hermano Francisco, muy pequeño, quiero seguir la vida y pobreza de nuestro altísimo Señor Jesucristo y de su Santísima Madre y perseverar en ella hasta el final».
Santa Clara de Asís, fiel discípula de san Francisco, fundó la orden de las Clarisas en el mismo espíritu de humildad según la Virgen María. Y en la gran familia franciscana, varias ramas tienen un nombre claramente mariano: las Franciscanas Misioneras de María (FMM), la Congregación Franciscana de la Inmaculada Concepción, etc...
Añadamos que la orden de san Francisco es la primera que ha difundido literatura espiritual dedicada a san José, como el tratado Josefina escrito por fray Bernardino de Laredo en Sevilla, en 1535. El libro habla sobre los misterios de la vida de san José.
El padre san Maximiliano Kolbe (1894-1941) también es franciscano. Fundó la Milicia de la Inmaculada en Polonia, en Niepokalanov, cerca de Varsovia, antes de morir mártir en el campo de concentración de Auschwitz.
Enciclopedia Mariana