¡María logra hacer lo que el dinero y las leyes no pudieron!

Con la Reforma Protestante, el papel de María quedó eclipsado para muchos. Martín Lutero trató de aferrarse a las doctrinas marianas mientras abandonaba las devociones. Juan Calvino no tenía tales escrúpulos e incluso asumió el error de Nestorio al rechazar el título de Madre de Dios.

Sin embargo, justo cuando millones de personas abandonaban la Iglesia en Europa, en ese momento, millones más estaban entrando a ella en el Nuevo Mundo. Si bien los conquistadores y misioneros no lograron convertir a los pueblos indígenas, María, en cambio, sí lo hizo. En 1531 se apareció en Guadalupe a un pobre llamado Juan Diego y logra hacer lo que el dinero y las leyes no pudieron hacer: ¡convertir a todo un continente en el espacio de pocos años!

Cuarenta años después, salvó a la Europa fracturada de sucumbir ante los invasores musulmanes. A medida que avanzaba la flota otomana, el papa Pío V instó al pueblo católico a rezar el Rosario. Y el 7 de octubre de 1571, durante la batalla de Lepanto, la armada de la cristiandad venció a la flota del sultán. La Santísima Virgen y un gran ejército de cristianos fieles que rezaban el Rosario, recibieron las gracias por la adición de una festividad al calendario en su honor.

La historia continúa en los tiempos modernos. La Virgen María se ha aparecido muchas veces: en la calle del Bac (París), en Lourdes, en Fátima y en otros lugares. ¿Qué pasa con el futuro? Lo veo en una foto de María que guardo en mi oficina y que viene de la India. Está pintada sobre una hoja de pipal (árbol venerado en la India): la Iglesia está creciendo. Aunque parece debilitarse en Occidente, está creciendo en el sur y el este del mundo.

La pintura sobre la hoja de pipal es un signo de este crecimiento y la promesa del futuro. Todas las crisis en la historia de la Iglesia han dado lugar a desarrollos sorprendentes, a menudo provocados no por los ricos y poderosos, sino por los pobres que están al lado de María y oran... y están felices de ser vistos y escuchados, llevando su imagen en procesión por las calles.

Mike Aquilina, autor de varias obras religiosas, Steubenville, Ohio (Estados Unidos)

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