13 de enero – El Concilio de Trento declara que María está libre de todo pecado (1547) – Francia: Cambrai. Nuestra Señora Herida

María es entre todos quien guardó esas cosas en su corazón

Acerca de la Virgen María, hay un punto en el que los amantes de la polémica tropiezan. No entendieron el significado de la frase del Evangelio: «Estaba él diciendo estas cosas cuando alzó la voz una mujer de entre la gente y dijo: “¡Dichoso el seno que te llevó y los pechos que te criaron!”. Pero él dijo: “Dichosos más bien los que oyen la palabra de Dios y la guardan”» (Lucas 11,27-28).

Ellos usan estas palabras como argumento para prohibir a los cristianos, y especialmente a los católicos, proclamar a María Bienaventurada, de acuerdo con Lucas 1,48-49. Sin embargo, mientras se esfuerzan por poner las palabras de Jesús en contra de la Virgen María, ¿cómo no pueden ver que estas se aplican magníficamente a María para decir precisamente que ella es bienaventurada por haber escuchado la palabra de Dios y por haberla observado?

¿No escuchó María la palabra de Dios, no la creyó? ¿No la puso en práctica? María dijo al ángel Gabriel, en la Anunciación «He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra» (Lucas 1,37). Isabel dijo a María: «¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!» (Lucas 2,19). «María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón» (Lucas 2,19).

Esta es la historia completa del nacimiento de Jesús en Belén, en el pesebre. Obviamente, no tendríamos este pasaje del Evangelio sobre Belén si María no hubiera «guardado estas cosas en su corazón».

 

Suscribirse es fácil (y también darse de baja).
No lo dudes: suscríbete hoy. ¡Es gratuito!