Soy camerunés y mi nombre es Óscar, vivo en Costa de Marfil y quisiera dar un testimonio vivido felizmente gracias a la novena de María Desatadora de Nudos.
En 2012, mi esposa y yo decidimos darnos la oportunidad de tener nuestro último hijo. Por tanto, confiamos este proyecto a Dios y, por su gracia y de manera milagrosa, mi esposa se encontró embarazada a principios de año.
Sin embargo, durante el último trimestre del embarazo, especialmente durante el séptimo mes, la ecografía reveló que el cuello del niño estaba rodeado por tres vueltas del cordón umbilical. Este diagnóstico había sido realizado y validado por dos ginecólogos que luego nos dieron pruebas con imágenes en papel. Estando el niño ya bastante desarrollado, aunque todavía no suficiente, inducir el parto no garantizaba su supervivencia fuera del útero materno.
Por tanto, teníamos que esperar unas semanas, con el riesgo de que se estrangulara con el cordón umbilical, o inducir el parto en ese momento y exponer la vida del niño. En nuestra desesperación, acudimos a la Virgen María a través de la novena a María Desatadora de Nudos. Nos habíamos organizado para reunirnos a orar a las 4:00 de la mañana.
Al cuarto día de la novena fuimos al hospital y, según reveló la ecografía, ¡el cordón ya no estaba alrededor del cuello del niño! Preciso que el médico que nos recibió ese día era el mismo que había atendido a mi esposa la primera vez. Mientras realizaba el examen en ese día milagroso, nos dijo: “Lo que empezaron a hacer por este niño, sigan haciéndolo porque funciona”. Luego nos mostró las dos tomas comparativas. ¡El embarazo pudo continuar sin problemas!
Tres meses después, ¡nuestro hijo nació muy sano y solo podemos dar gloria a Dios a través de María que desató estos nudos!
Testimonio enviado a la Asociación Marie de Nazareth por Óscar M., el 31 de mayo de 2022.