El 1 de noviembre de 1950, la Constitución Apostólica Munificentissimus Deus(1) dada por el papa Pío XII, proclamaba el dogma de la Asunción de la Virgen María.
Tiene lugar el Día de Todos los Santos (1 de noviembre) y tiene un significado para el destino de todos los santos.
Efectivamente, estamos en 1950, muy poco después del final de la Segunda Guerra Mundial, con su cortejo de horrores en Auschwitz y en otros tantos campos nazis, donde el cuerpo humano fue tan gravemente mutilado y desacralizado.
Ahora bien, el dogma de la Asunción de María proclama el destino sobrenatural y la dignidad de todo cuerpo humano, llamado por el Señor a convertirse en instrumento de santidad y a participar de su gloria(2).
(1) H. Denzinger - A. Schönmetzger, Enchiridion Symbolorum, § 3900-3904
(2) Cf. Juan Pablo II, Catequesis del 9 julio de 1997.
Extractos de: Breynaert, F. (2007). A l'écoute de Marie (“A la escucha de María”, vol 2), Briva: Éditions du Ver Luisant.
Y también: Enciclopedia Mariana