22 de abril – Hallazgo del Tratado de la verdadera devoción de san Luis María Grignion de Montfort en 1842, en un cofre, como había sido profetizado.

María acompañó su éxodo

Este 16 de julio de 1962, tengo 16 años, estamos haciendo nuestras maletas para dejar este hermoso país, Argelia, tan querido. Es el tiempo del éxodo. Tenemos que hacer una elección, solo podemos tomar algunas cosas y extrañar otras, llenas de historia y recuerdos. Se acaba de proclamar la independencia de Argelia, hasta ahora francesa. Hay que marcharse.

Tememos que los hombres del FLN (Frente Argelino de Liberación Nacional) decidan entrar en la casa. Tienen el gatillo fácil y tememos que nos disparen.

Hay mucha tensión en la casa. Mi tía me ofrece un café. Colocó en la chimenea con una vela, una estatuilla de la Virgen María que tenía en su lado izquierdo a Bernardita Soubirous. Fue el abad Hudry, párroco de Saoula (pueblo al sur de Argel), quien nos la ofreció tras una estancia en Lourdes.

De repente, mi tía después de tomar su café se levanta y se queda petrificada. Veo como ella en dirección de la chimenea: ya no hay ninguna vela, sino una segunda estatuilla idéntica a la primera. La vela tomó la forma de la estatuilla. La única diferencia es que ella es toda blanca. Ahora hay dos estatuillas en la chimenea.

Nos quedamos atónitos, enseguida colocamos la estatuilla de cera en nuestras cajas. A fines de octubre de 1962, toda la familia sin excepción depositó esta estatuilla en Lourdes, en la gruta. Ella nos protegió durante este viaje. Sabemos que siempre estará a nuestro lado.

 

L.M., testimonio enviado a la Asociación Marie de Nazareth en febrero de 2022.

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