El mensaje de Medjugorje (Bosnia Herzegovina) insiste en la violencia del combate espiritual y la vigilancia que hay que tener para responder a la llamada a la santidad en el mundo moderno.
A veces en forma de palabra de consuelo y aliento, a veces en forma de advertencias, los mensajes vuelven regularmente sobre la malicia del Adversario: "Ahora, como nunca antes, Satanás quiere mostrar al mundo su rostro vergonzoso con el cual engaña a tantas personas como sea posible para conducirlas por el camino de la muerte y el pecado (25 de septiembre de 1991).
Nuevamente, como en todos los mensajes, es solo una repetición de lo que Dios ya nos ha revelado, pero que necesita ser actualizado en los tiempos que vivimos, para que se tome más en serio y todos seamos salvos. “Queridos hijos, hoy nuevamente les pido que me consagren su vida con amor. Así yo podré guiarlos a Jesús con amor. Los amo, queridos hijos, con un amor especial y quiero llevarlos a todos al Cielo hacia Dios” (27 de noviembre de 1986).
Para terminar, me gustaría simplemente repetir las palabras de Monseñor Höser con motivo de su primera rueda de prensa en abril de 2017: "El recurso a Nuestra Señora de la Paz es, en mi opinión, esencial. El papel específico de Medjugorje es (…) extremadamente importante. Deben ser, queridos amigos, portadores de la Buena Nueva; decirle al mundo entero que, aquí, en Medjugorie reencontramos la luz. Porque necesitamos rayos fuertes de luz en este mundo que se hunde en la oscuridad”.
Padre Alexis Wiehe
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