26 de septiembre – Italia, Ancona: Nuestra Señora de las Gracias, 1836 – Francia: santa Teresa Couderc, fundadora de la congregación de Nuestra Señora del Cenáculo († 1885)

El rosario de Juan XXIII para la hija de Khrushchev

Al salir de Bulgaria en 1934, Mons. Roncalli, futuro papa Juan XXIII, había dicho: “si un eslavo, católico o no, llama a mi puerta, esta se abrirá y será recibido como amigo”. Un día llegó un eslavo al aeropuerto romano de Fiumicino que pidió ver al papa Juan XXIII. La respuesta fue inmediata: “¡Que venga!”.

La reunión estaba programada para el 7 de marzo. Después de la audiencia general, el Papa recibió a este visitante, el Sr. Adjoubei y a su esposa Rada, hija de Khrushchev (1). Los recibió en su biblioteca y los invitó a sentarse. Después de hablar, entre otros temas, de los santos de Rusia y de su hermosa liturgia, Juan XXIII tomó un rosario de su mesa:

“Señora, esto es para usted. Mis asesores me dijeron que a una princesa no católica debería regalarle monedas o sellos; pero yo le entrego un rosario porque los sacerdotes, además de la oración bíblica de los salmos, también tenemos esta forma popular de oración. Para mí, el Papa, los quince misterios representan quince ventanas a través de las cuales contemplo a la luz del Señor los acontecimientos del mundo. Rezo un Rosario por la mañana, otro al comienzo de la tarde y otro por la noche. Vea, a la gente le llamó mucho la atención cuando les dije a los reporteros que en el quinto misterio gozoso —el Papa los escuchaba y les hacía preguntas— yo rezaba por ellos. También sorprendí a la gente cuando dije que el tercer misterio gozoso —el nacimiento de Jesús— lo ofrecía por todos los bebés que iban a nacer en las siguientes 24 horas, porque así, católicos o no, todos se encontraban con las intenciones del Papa al nacer. Cuando recite el tercer misterio, también recordaré a sus hijos, señora”.

Sra. Adjoubei, que tenía el rosario en sus manos, respondió: “Gracias, Santo Padre: ¡qué agradecida estoy con usted! Se lo diré a mis hijos". El Papa la miró sonriendo: "Yo sé los nombres de sus hijos, el tercero se llama Yan, Juan, como yo. Cuando llegue a casa, dele un abrazo especial a Yan...".

El Rosario por la Iglesia n° 14 – 1973

(1) Nikita Khrushchev, jefe de Gobierno de la ex-Unión Soviética, de 1958 à 1964

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