La Iglesia celebra el Santo Nombre de María el 12 de septiembre. La festividad ha sido inscrita en la octava de la Natividad de la Virgen, para recordar a los cristianos que pueden recurrir a la intercesión de la Virgen María en las pruebas —grandes o pequeñas— como enseña el Evangelio en Caná o en las palabras de Cristo en la cruz : “Ahí tienes a tu Madre”.
La fiesta del Santo Nombre de María había desaparecido del calendario en 1970, tras la importante obra de revisión histórica que siguió al Vaticano II. Sin embargo, siendo el recuerdo de un acontecimiento mariano significativo, fue restaurada el 22 de marzo de 2002 por el santo papa Juan Pablo II. También aparece con esa fecha en la tercera edición del Misal Romano y en el Martirologio Romano, esto es, después de los atentados de 2001, pero también tras la oración de las religiones por la paz en Asís, en enero de 2002.
Los santos han invocado tradicionalmente el Nombre de María como refugio en medio de las dificultades —por ejemplo, san Bernardo, “¡mira la estrella!”—. Esta era una razón espiritual para restablecer la fiesta. Pero Karol Wojtyla también se basó en motivos históricos que involucran la historia de su tierra natal, Polonia (y de Europa), como lo demuestran los frescos de la "Capilla Polaca" en la Basílica de la Casa Santa en Loreto (Italia). En ellos se representa la victoria del rey polaco Jan Sobieski liberando a Viena del asedio otomano, el 11 de septiembre de 1683.
Asimismo, el papa Inocencio XI también atribuyó esta victoria a la intercesión de la Virgen e instituyó la fiesta en honor del Santo Nombre de María a manera de exvoto.
El 25 de noviembre de 1683, la fiesta se extendió a toda la Iglesia y se estableció la Natividad de María para el domingo siguiente. Fue el papa san Pío X quien prefirió entonces fijar la fecha para el 12 de septiembre, aniversario no de la victoria, sino de la acción de gracias. Restaurarla fue, por consiguiente, importante para Juan Pablo II : se trataba de recordar a los católicos que invocaran a María, especialmente ante los peligros de la historia.