La Madre Teresa, que se convirtió en santa Teresa de Calcuta (1), como mujer concreta, animaba a sus hermanas de la siguiente manera:
No se aprende a amar a la Virgen María solo arrodillándose para rezar el Rosario. Pidamos a María, con sencillez, que nos enseñe a orar como ella le enseñó a Jesús, durante todo el tiempo que vivió con ella en Nazaret.
La alegría es nuestra fuerza: imitemos a la Virgen María, que supo mirar a las personas con ojos límpidos como los de su Hijo Jesús; ella que supo tratar a las personas como las trató su Hijo, no para poseerlas, sino para darles la vida verdadera y feliz, la que alegra a los hombres.
María, Madre muy amada, dame un corazón hermoso, puro, lleno de amor y humildad, para que pueda recibir a Jesús, como tú y con prisa, para ir y llevarlo a los demás.
(1) Inés Gonxha Bojaxhiu nació en una familia de origen albanés el 26 de agosto de 1910, en Skopje, una ciudad ubicada en la encrucijada de la historia de los Balcanes. Inés recibió la nacionalidad otomana por nacimiento y luego, en 1948, la india. Ella personifica el altruismo y la bondad. Murió en Calcuta, el 5 de septiembre de 1997. El papa Juan Pablo II beatificó a Madre Teresa el 19 de octubre de 2003 y fue canonizada por el papa Francisco en 2016.
toulouse.catholique.fr/Aimer-la-Vierge-Marie-ne-s-apprend-pas-seulement-en-restant-a-genoux
Y también:
https://www.mariedenazareth.com/encyclopedie-mariale/les-grands-temoins-marials/aux-xx-et-xxi-siecles/ste-teresa-de-calcutta-1910-1997/