24 de octubre – Rusia: Nuestra Señora Consuelo de los Afligidos – Cuba: Nuestra Señora de la Regla – San Antonio María Claret, fundador de los Hijos del Corazón Inmaculado de María († 1870)

“Entrégate a la Santa Virgen y ella te protegerá”

Inés Galand, en la vida religiosa Inés de Jesús, conocida como Inés de Langeac (1602-1634), fue una religiosa dominica reconocida por su caridad y virtudes. Fue beatificada el 20 de noviembre de 1994 y su festividad es el 19 de octubre.

Nació en Puy-en-Velay, al sur de Francia, y fue puesta inmediatamente bajo la protección de la Virgen María. Alrededor de los siete años, mientras subía a la catedral, Inés piensa en las miserias de un hombre torturado que había visto antes y que la conmovieron profundamente. Rezó toda la noche por él.

Durante la Eucaristía, desde el fondo de su corazón, escuchó estas palabras: “Entrégate a la Santísima Virgen y ella te protegerá”. Inés, siendo todavía muy pequeña, decide responder a esta llamada. Va al taller de su padre donde encuentra una cadena que se pondrá alrededor de la cintura como signo de su consagración personal a María. Y en adelante dice esta oración: “Virgen Santísima, ya que te dignas querer que yo te pertenezca, desde este momento te ofrezco todo lo que soy y prometo servirte toda mi vida como esclava”.

Poco después, hizo voto de virginidad a Nuestra Señora de Puy. San Luis María Grignion de Montfort se refiere a Inés de Langeac en su libro Tratado sobre la verdadera devoción a la Santísima Virgen, en el número 170: “Felices los que son fieles esclavos de la Reina del Cielo, porque gozarán de la verdadera libertad”.

El 12 de octubre de 1634 Inés cayó gravemente enferma. El 15 y 18 de octubre recibió la Sagrada Comunión, como un alma ya madura para el cielo. El 19 de octubre de 1634, a la edad de 31 años, muere dejando a sus hermanas la especial vocación de orar por los sacerdotes y por la vida en sus inicios.

En 1952, en Langeac, una mujer a punto de dar a luz, corría gran peligro junto con su bebé. Una oración a Inés les permitió salvar sus vidas. Este milagro reconocido por la Iglesia abrió la puerta a su beatificación. Incluso hoy, Inés es invocada por parejas que quieren tener un hijo o conocen un embarazo con complicaciones.

Hermanas dominicas del monasterio de Santa Catalina de Langeac

Adaptado de: Notre Histoire avec Marie

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