21 de noviembre – La Presentación de la Virgen María en el Templo – Beato Romeo de Llivia († 21 de noviembre de 1261)

Un gran propagador del Rosario, muy poco conocido.

Romeo de Llivia nació en el último tercio del siglo XII en Llivia, cerca de Puigcerdà (Cataluña española). Ingresó a los dominicos en 1217 y recibió el hábito de manos de santo Domingo. En 1218, con Arnaud de Toulouse, fundó el convento de Lyon, Francia, del cual fue prior desde 1223 hasta 1228, dando prueba de notables dotes para gobernar. También será prior en Burdeos, otra ciudad francesa.

Fue un gran predicador. “No podríamos encontrar un religioso más observador, más mortificado, más modesto, más gentil y más humilde”, dice su biógrafo. El secreto de esta gran santidad era su devoción a la Virgen María. Gracias a ella ingresó a la orden de los dominicos, donde era muy venerada.

Reza el avemaría al menos 1000 veces al día, usando una cuerda con nudos como rosario. Es un gran propagador del Rosario como devoción popular. El misterio de la Encarnación es objeto de su asidua contemplación. No puede prescindir de hablar del Hijo de Dios hecho hombre y de su Madre, en sus sermones o discursos.

Se retiró al convento de Carcassonne, donde murió muy anciano, el 21 de noviembre de 1261, día de la Presentación de María en el Templo. En 1285, 24 años después de su muerte, debido a los muchos milagros ocurridos sobre su tumba, su cuerpo fue exhumado, encontrado incorrupto y trasladado a la iglesia, frente al altar de la Virgen.

Se le representa sosteniendo una corona de rosas en medio de la cual luce el monograma del avemaría. Bernard Gui, quien escribió su biografía, dice que se le atribuyen milagros, los cuales lo hicieron popular y admirado. Es venerado como bienaventurado desde el momento de su muerte y especialmente después de su traslado. Se festeja el 21 de noviembre, fecha de su muerte.

 

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