María es un nombre maravilloso, que lleva consigo todos los valores que más aprecio. No tengo anécdotas de mi encuentro con María, simplemente la he llevado conmigo desde muy joven... Criada en la religión católica, educada en la religión católica, no fue un encuentro, sino una comunidad de vida y valores.
No podría enumerar lo que María me ha dado y me ha enseñado todos los días de mi existencia. Sin darme cuenta, estos valores se han apoderado de mí: la resiliencia, la tolerancia, la aceptación de la diferencia, la renuncia a mí misma y el amor infinito de una madre entre mil otras.
Vivimos en un mundo puesto a prueba en todo momento. Si no tenemos estos valores firmemente arraigados en nosotros, corremos el riesgo de perdernos. Debemos estar cerca de lo que nos distingue: el amor al prójimo, el amor al otro.
Cecilia Attias, creadora de la fundación Cecilia-Attias por las mujeres