Tengo una idea que en un momento me fue familiar,
que el mes mas hermoso del año es el mes de María
y que no hay otra vía para nuestras humildes oraciones
que la de ascender a los cielos por la que Dios descendió.
Se me ocurre esta idea, alguna vez una costumbre,
que el mes más ligero es el mes de María,
cuando el invierno aleja la pesada y fría piedra,
y la primavera descubre el mundo rejuvenecido.
Me viene esta idea, entre todas, la primera,
que el mes con más vida es el mes de María,
cuando la vida renace con los aromas de la primavera
y le devuelve a la humanidad lo que Eva le quitó.
Tengo esta idea decisiva y final,
que la oración tome el camino de la gracia
y que no hay rutina
ni callejón sin salida
del que la Virgen no haga
claridad sonriente.
Y que no hay un alma orgullosa
ni corazón desangrado
que la Virgen no bañe
con su suave luz.
Padre Guillaume de Menthière, licenciado en Teología y maestro en Filosofía. Ordenado sacerdote por la diócesis de París en 1991, es profesor de Teología en la Escuela catedral de París y en el Colegio de los Bernardinos.
(Traduccion al español de Gloriantonia Henriquez)