“Siete espadas atraviesan el corazón de Nuestra Señora en Myanmar", dijo el cardenal Charles Maung Bo, arzobispo de Yangón —o Rangún—, la ciudad más grande de Myanmar, antigua Birmania. Sus palabras las pronunció mientras celebraba la Misa en el Santuario Nacional Mariano de Nyaung Lay Bin, dedicado a Nuestra Señora de Lourdes.
Dirigiéndose a una multitud de unos 100,000 peregrinos, el Cardenal dijo: “Las siete espadas de Nuestra Señora de los Siete Dolores en Myanmar son: el capitalismo clientelista, a través del cual unas pocas familias poseen todo; la negativa a resolver los conflictos mediante un diálogo efectivo; la disposición a recurrir a la violencia; las leyes injustas que continúan privando a los pobres de su tierra; la economía criminal de las drogas y la trata de personas; la discriminación de las minorías étnicas; la destrucción y saqueo de los recursos naturales; la falta de oportunidades educativas y laborales para los pobres”.
Ante tales dificultades, prosigue el texto enviado a la agencia Fides, “la gente pide la ayuda maternal y misericordiosa de nuestra querida Madre de todo Myanmar. Nosotros, como seres humanos, vivimos con limitaciones y discapacidades. La Santísima Virgen María es en quien podemos confiar, porque es nuestra Madre muy amorosa, que mira a sus hijos con compasión, compasión que el santo padre Francisco, en su mensaje de Cuaresma, nos invita a practicar, en vez de la indiferencia”.
El cardenal también recordó que "no puede existir el cristianismo egoísta: en este tiempo de Cuaresma, estamos llamados a cuidarnos los unos a los otros, como nuestra Madre María cuida de la humanidad”.
Adaptado de Agencia Fides