El hecho de verse confiado a la Virgen María y tomarla como esposa fue sin duda una sorpresa para san José. Como enseñan la tradición y la liturgia de todas las iglesias apostólicas, María fue educada en el Templo de Jerusalén. Cuando llegó a la edad en que se convirtió en mujer, salió y se le escogió un esposo. La Providencia designó a san José, quien ciertamente la recibió con gran alegría, aceptando su voto de virginidad (cf. Lc 1,34).
José se dedicó por completo a este don de Dios que la Virgen María era para él. Es, por tanto, modelo y el primero entre los consagrados a la Madre de Dios. Este compromiso llevará a José a dar la bienvenida a Cristo de una manera única e incomparable. Fue el primero en ir “a Jesús por María”.
Con su esposa, él también se consagró entonces plena y concretamente a Cristo, de manera muy especial. Por tanto, es el primero y el modelo de los consagrados a Jesús y María, y también en esto estamos invitados a imitarlo.
Extracto de: Joseph Modèle de vie pour notre temps (José, modelo de vida para nuestro tiempo), Éditions Marie de Nazareth, Paris, 2020.