9 marzo – Italia: Trevis, Nuestra Señora de los Milagros (1510)

Después de tres días de apariciones nocturnas de la Madre de Dios

El venerable padre Laurent, fundador del monasterio de la Madre de Dios “Faneromenia” en la isla de Salamina, nació en la ciudad de Megares (Grecia), en la primera mitad del siglo XVI. Casado y con dos hijos, trabajó como albañil y labrador, ofreciendo su trabajo en diferentes lugares. Después de tres apariciones nocturnas de la Madre de Dios, que le ordenó ir a construirle una iglesia en la isla de Salamina, seguía indeciso y lleno de dudas.

Entonces, la Santísima Virgen se le apareció nuevamente y le mostró con tono severo el plano preciso de la iglesia y el monasterio que quería él construyera. Laurent decidió emprender la travesía, pero el mar embravecido se lo impidió. Entonces escuchó una voz celestial que le ordenaba extender su manto sobre el mar. Esta vez, obedeció, sin dudarlo, y se encontró milagrosamente transportado a la isla de Salamina. No tuvo dificultad en encontrar el lugar indicado, en el cual se hallaban las ruinas de una antigua iglesia. En esas ruinas descubrió un icono de la Madre de Dios.

Dejando atrás cualquier apego al mundo, se convirtió en monje, convenció a su mujer para que lo imitara y empleó todos sus recursos en la construcción del monasterio.

Entre los habitantes de la isla que acudieron en su ayuda, algunos se convirtieron en monjes y la comunidad creció rápidamente, bajo la protección de la Santísima Virgen que concedió a san Laurent la gracia de realizar numerosas curaciones en favor de los cristianos y también de los musulmanes. Así fue como curó a la esposa de un funcionario de la corte otomana de una enfermedad mortal. Como muestra de gratitud, su esposo devolvió al monasterio algunas propiedades antiguas que le habían sido confiscadas.

Así, ayudado por la gracia, el santo completó la construcción del monasterio en 1682, y murió en paz el 9 de marzo de 1707, llevando al Cielo la corona de los fieles servidores de la Madre de Dios.

Equipo de Marie de Nazareth

Suscribirse es fácil (y también darse de baja).
No lo dudes: suscríbete hoy. ¡Es gratuito!