El 21 de marzo de 1821, los rebeldes griegos iniciaron el asedio de Kalavrita, la cual fue la primera ciudad griega liberada de los otomanos (turcos), marcando así el inicio de la Guerra de Independencia Griega.
En la mañana del 21 de marzo, 600 combatientes armados prestaron juramento bajo el plátano perenne del monasterio de Agia Lavra. Según algunos historiadores, este juramento habría consistido en: "¡Ni un solo turco en Morea (Peloponeso) ni en el mundo entero!" y "¡Libertad o muerte!”.
El obispo de Patras llamó a los griegos a manifestarse y bendijo la bandera de la revolución, que representaba la Asunción de la Virgen María. Los jefes griegos tomaron un pequeño cañón del monasterio de Agia Lavra y sitiaron la fortaleza de la ciudad. Finalmente, los soldados entraron en Kalavrita y todo el Peloponeso se levantó contra el ocupante. El movimiento revolucionario luego se extendió rápidamente por el resto de Grecia.
Un historiador griego describe la liberación de la ciudad así: “Al anochecer, unos 200 combatientes llegaron a Kalavrita y comenzó la batalla por la liberación de la ciudad. Los rebeldes se apoderaron de las torres de los funcionarios turcos y de toda la ciudad. Fue la primera victoria militar y Kalavrita fue la primera ciudad griega en ser liberada. El 25 de marzo, día de la Anunciación, Kalavrita quedó libre. Desde entonces, la ciudad conmemora su liberación organizando festividades cada año en torno al monasterio de Agia Lavra.
Adaptado de Greek Reporter