El compositor Rémi Diégane Dioh, senegalés, ha dedicado prácticamente toda su carrera al canto coral. “A menudo digo que es el canto litúrgico quien me buscó y realmente le doy gracias al Señor por eso, porque dicen que cantar es rezar dos veces”, enfatiza.
El compositor es autor de 584 obras religiosas y seculares. También fue el primer ganador del concurso nacional de música organizado en 1984 por la Oficina de Derechos de Autor de Senegal. Máximo Mendy, director del coro de la parroquia de los Mártires de Uganda en Dakar, habla del profesor jubilado como “una gran biblioteca, una referencia, una fuente inagotable de conocimientos en materia de composición de cantos a la Virgen María".
Este guitarrista, ferviente devoto de la Virgen María, señala que un día, después de cantar en su lengua materna, en la iglesia de su parroquia San Anselmo, en Londres, donde reside desde hace varios años, un señor mayor se le acercó y le dijo: "Aunque no entiendo lo que dice tu canción, me hizo llorar mucho".
Rémi fue uno de los primeros en introducir el canto religioso con guitarra en la Iglesia de Senegal en 1968, con un canto dedicado a la Virgen María. Aprendió a cantar "en su lugar de trabajo". Se "quedaba despierto hasta las primeras horas de la madrugada para ver a los mayores tocar la guitarra y saborear las hermosas melodías". Este aprendizaje fue favorecido por un ambiente donde "todos cantan o tararean en el campo, yendo al pozo a buscar agua o leña seca para las mujeres". También lo ve como un regalo de Dios. “No puedo dejar de pensar que hay un don de Dios en lo que hago, en el sentido de que el Señor viene a todos para hacer florecer sus talentos”.
Charles Senghor, desde Dakar.