Después de la exitosa peregrinación de la “M” de María en Francia, el año pasado, llega el turno de la “Gran Marcha de San José”. El 7 de junio de 2021, los peregrinos comenzaron a recorrer las carreteras de Francia desde la Basílica del Sagrado Corazón de Montmartre en París y continuarán su ruta de peregrinaje hasta el 15 de agosto de 2021 para llegar a Cotignac (sur de Francia), donde la Virgen María se apareció los días 10 y 11 de agosto de 1519. Y también san José se apareció aquí el 7 de junio de 1660. Una iniciativa especialmente diseñada para conmemorar este Año de San José convocado por el papa Francisco.
Las fechas son muy simbólicas, ya que el 7 de junio tuvo lugar la aparición de san José en Bessillon, Cotignac (Var) y el 15 de agosto se celebra en Cotignac, con grandes festejos, la Asunción de la Virgen María. Todos están invitados a unirse a uno de los tramos de la ruta de la peregrinación, "aunque sea un día o una tarde", dice Dominique Chevillard, uno de los organizadores, e insiste: "Estamos abiertos a todos, familias, jóvenes, peregrinos solitarios, los más o menos creyentes, los que simplemente se emocionarán al ver pasar la procesión por el camino".
Los peregrinos pasan por algunos grandes santuarios: Vézelay o Paray-le-Monial. Caminan unos 15 kilómetros diarios, con etapas prefijadas para detenerse por la tarde en algunas parroquias donde se celebra alguna vigilia. “Hemos contactado a los obispos, pero también a los movimientos scout que acamparán en la zona. ¡Las veladas serán muy variadas!: adoraciones, cantos, vigilias, actividades scout… Estamos abiertos a las propuestas que surjan”, dijo Dominique Chevillard.
"Queremos salir al encuentro de la gente, llegar a sus corazones, incluso a la gente que no es creyente", dice el organizador. “San José es un santo muy popular, al que la gente quiere mucho”, comenta el hermano Hubert Marie, rector del Santuario de Cotignac, que dará la bienvenida a los peregrinos para la clausura de la peregrinación el 15 de agosto. Es un santo para todos: para los cónyuges, para las familias, para los moribundos, para los trabajadores. Un santo de la vida cotidiana. El rector añade que “san José nos lleva a María, quien se apareció en Cotignac llevando a Jesús en sus brazos. Confiaremos en estos tres corazones unidos durante esta peregrinación”.