Santa Brígida de Suecia afirma haber escuchado de boca de la Madre de Dios:
“Por eso digo con cierta osadía que su dolor fue mi dolor y que su Corazón fue mi Corazón. Así como Adán y Eva vendieron el mundo por un fruto, mi Hijo y yo redimimos al mundo casi con un solo Corazón. Entonces, hija mía, imagina cómo me sentí en el momento de la muerte de mi Hijo y luego no te será difícil renunciar al mundo” (Sermo angelicus, I, 1, c 35, ed. Eklund, p. 56).
Santa Brígida también afirma haber escuchado de la boca del Hijo de Dios:
“Así puedo afirmar que mi Madre y yo salvamos al hombre como con un solo corazón, yo con el sufrimiento de mi corazón y mi carne; ella, con el dolor y el amor de su corazón” (Revelaciones extravagantes, ed. C. Durante, Romae 1606, c 3, p. 804).
Santa Brígida afirma haber escuchado también de boca de la Madre de Dios:
“Considera, hija mía, la pasión de mi Hijo. Sus miembros fueron para mí como mis miembros y mi corazón. De hecho, así como los otros niños están en el vientre de su madre, así sucedió conmigo” (Revelationes, I, 1, c 35, es Editorial Durante, p. 56).
Santa Brígida de Suecia