El 8 de diciembre de 2020, el Santo Padre visitó la Plaza de España, en Roma, y estuvo al pie de la Columna de la Inmaculada; luego acudió a la Basílica de Santa María la Mayor donde celebró la Misa.
En este período de la epidemia de covid, la sala de prensa de la Santa Sede había informado que el papa Francisco no estaría en la Plaza de España para la festividad de la Inmaculada Concepción para evitar aglomeraciones propicias a la propagación del virus; pero, al elegir hacer la visita a temprana hora por la mañana, el obispo de Roma pudo finalmente continuar con esta hermosa tradición.
Por lo tanto, al amanecer y bajo una lluvia torrencial, el papa Francisco se dirigió a la columna de la Inmaculada Concepción y colocó un ramo de rosas blancas a sus pies. Durante este acto privado de devoción, el Papa "oró a la Virgen para que cuidara con amor a Roma y a sus habitantes, y le confió a todos los que, en esta ciudad y en el mundo, están afligidos por la enfermedad y el desaliento”.
La veneración de la Virgen en la Plaza de España el 8 de diciembre suele tener lugar por la tarde, según una tradición romana que se remonta a mediados del siglo XX.