Todos los días, muchas son las personas que rezan los diferentes misterios del Rosario. Esta hermosa oración, en la que María acompaña y consuela a su pueblo, es compartida y transmitida por todas partes. Esto son diversos pensamientos del papa Benedicto XVI al respecto:
- “El Rosario no es una práctica relegada al pasado, como una oración de otros tiempos en los que pensamos con nostalgia. Al contrario, el Rosario vive una nueva primavera”.
- “El Rosario es sin duda uno de los signos más elocuentes del amor que las jóvenes generaciones tienen a Jesús y a su Madre María. En el mundo de hoy, tan fragmentado, esta oración nos ayuda a poner a Cristo en el centro, como lo hizo la Virgen, que meditaba interiormente todo lo que escuchaba sobre su Hijo y luego en todo lo que este hacía y decía”.
- “Cuando rezamos el Rosario, revivimos los momentos más importantes y significativos de la historia de la Salvación, repasamos las diversas etapas de la misión de Cristo”.
- “Que María nos ayude a acoger en nosotros las gracias que emanan de sus misterios, para que, a través de nosotros, pueda “irrigar” a la sociedad, a nuestras relaciones cotidianas, y purificarlas de tantas fuerzas negativas, abriéndolas a la novedad de Dios”.
- “El Rosario, cuando se reza bien y no de una manera mecánica y superficial, sino de una manera profunda, en verdad trae paz y reconciliación. Contiene en sí mismo el poder curativo del Santísimo Nombre de Jesús invocado con fe y amor en cada avemaría”.
- “Que no cese esta buena costumbre; que continúe aún con mayor celo, para que, en la escuela de María, la lámpara de la fe brille cada vez más en el corazón de los cristianos y en sus hogares”.
Frases tomadas de los discursos del Papa con motivo de la apertura y clausura del mes de María (mayo de 2008).